En un mercado en el que la competencia es cada vez mayor y las marcas blancas plantan cara a los productos de las marcas más famosas, sobre todo en estos tiempos que corren últimamente, además de unos valores de peso, lo que puede hacer que tu producto se diferencie del resto es el aspecto con el que se presenta.
De eso se encarga el packaging, en convertir ese producto "normal" en algo vistoso, destacable y adquirible frente a los otros productos parecidos de la competencia.
Por eso mismo, os traigo 20 ejemplos que os puedan servir de inspiración y que incluso os pueda llegar a replantear si vuestros productos merecen un cambio de aspecto en cuanto a su presentación o dejar una pregunta abierta a la que podéis contestar:
¿A qué producto de los que usáis en el día a día cambiaríais de aspecto? ¿Cómo lo haríais?